jueves, 17 de marzo de 2016

Una Palabra contra Tí


 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Apocalipsis 2:4


Cuando el  Espíritu hace esta pregunta, es porque DIOS mismo quiere saber esta respuesta
¿ Por qué hemos dejado el primer amor a Dios?
¿ Por qué los hombres ya no somos apasionados por Dios?


Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

Isaías 29:13

Tengo contra ti una palabra ¿ Por qué no me amas?, tu no vives para mi, tu vives para ti mismo
¡ YO QUE TE HICE!.Pues honro a Dios con mis labios  mas no con mi corazón, soy un ente, un robot en la vida cristiana.

Por qué se opaca el amor a Dios

porque se ha multiplicado la maldad en mi, en mi hogar, en cada uno de nosotros y es muy triste saber esto o estar pasando por esta etapa ya que Dios nunca pierde su encanto; por eso nunca debemos dejarnos de apasionar por Él. Cuando hay una pasión por Dios, Dios ocupa el primer lugar.

¿ Cuál es el deseo de Dios?

Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche.

cantares 5:2


Dios quiere que en este último tiempo nos levantemos para amarlo a él

¿ Qué debo hacer?

Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.

Efesios 5:14


¿ Qué le dijo Jesús a la Gente?


Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.

Juan 5:42

A Dios no lo podemos engañar, podremos tener una apariencia de piedad pero el nos conoce y sabe lo mas íntimo de nuestros corazones, que ilusos al pensar que podemos mentirle al creador y Dios de todo.

A unos nos dice Jesús:

"Tu no me amas", a otros les dice "Tu nunca me amaste"


21. conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
22. A algunos que dudan, convencedlos.
23. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
24. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
25. al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

Judas 1:21-25


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